Servir

Mientras era tentado en el desierto, Jesús vinculó la adoración y el servicio cuando respondió a la oferta tentadora de Satanás diciendo: "Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.".
¿Podría ser que cuando SERVIMOS a otros ADORAMOS a nuestro Dios? Muchas veces sentimos la tentación de construir una imagen de nosotros mismos ante los ojos de nuestros amigos, familiares, vecinos o compañeros de trabajo. Hoy, te animo a resistir esa tentación. En su lugar, humildemente sirvamos a los demás y, como resultado, ADORAREMOS al Dios vivo. Porque, como alguien dijo una vez, "Al final de la vida no seremos juzgados por la cantidad de diplomas que hemos recibido, la cantidad de dinero que hemos ganado o las grandes cosas que hemos hecho. Seremos juzgados por "tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.".